Todas las rosas blancas de la luna caían,
por la ventana abierta, en el cuerpo desnudo ...
Mirando aquellas carnes blandas que florecían,
hundido entre mis sueños, yo estaba absorto y mudo.
Oh su sexo con luna! ¡Esencia indefinible
de su sexo con luna! Hervían los blancores
de la carne, y el rostro, perdido en lo invisible
de la penumbra, lánguido, cerraba sus colores.
Era el enervamiento del dolor ... Y cual una
rosa de treinta años, opulenta y desierta,
el cuerpo blanco se elevaba hacia la luna
frío, espectral, azul, como una pompa muerta ...
Juan Ramón Jiménez
Via
sexta-feira, 3 de dezembro de 2010
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Com o frio que está não é a melhor altura para ler poesia sobre corpos nus!
ResponderEliminarAbraço!
que poema lindo. amo espanhol.
ResponderEliminarPRECIOSO....PERO COMO UNA POMPA MUERTA?
ResponderEliminarUn abrazo para ti
mar